jueves, 27 de noviembre de 2014

Mi ultima carta

Quizás estas no sean las hojas mas hermosas de esta historia, entre sombras y nuevo sonidos volví a levantarme desde el suelo, desde lo mas bajo donde podría haber estado un ser humano, sufrí la decepción, la pobreza,  el desamor, el hambre, la humillación y termine creyendo mis propias mentiras refugiado en sueños y fantasías que yo no alimente, que fue lo que siempre quise pero jamas busque, me llego, fue maravilloso, lo viví con todo y fui realmente feliz... Pero así como llego fue arrancado de mi, recogi mis vísceras y mi corazón para poder volver a meter todo eso dentro de mi e intentar levantarme y seguir... me costo muchísimo, llore hasta la ultima lagrima que puede contener el cuerpo de un ser humano, hoy ya no hay mas, cambié y aunque odie el cambio o no me guste lo acepto sin reparos, porque hoy soy mas fuerte que ayer, mas duro que antes, mas decidido y convencido de que los momentos felices son solo eso... momentos... convencido de que el único amor real y verdadero es el que puedes sentir por tu sangre, por esos que vienen al mundo sin idea de nada, que son el reflejo de tus ojos en un mundo que da y quita, que no deja nunca de ser injusto y nos enseña que la unida verdad es el final que todo tendrá... por que hay cosas que no puedes comprar en ningún bazar, con ninguna tarjeta de crédito, ni con todo el dinero del mundo y cuando lo puedas apreciar ojala no sea lo suficientemente tarde para arrepentirse y volver atrás... mientras tanto, mientras me siento en la banca de esta plaza, lejos de mi hogar, lejos de todo lo que amo y lejos de los sueños que tenia, debo ir mas allá, sostenerme sobre mis talones rasgados, sacudirme y avanzar,  moverme hacia adelante aunque no sepa el camino, pero pensando que en algún lugar maravilloso puedo algún día terminar mi día y volver a amanecer en ese mismo lugar y al fin dejar de pensar que no sirvió de nada soñar.

miércoles, 10 de septiembre de 2014

Volviendo al mismo lugar


Hay cosas en la vida que uno simplemente no elige y tampoco considera como parte de las consecuencias de sus propios actos, y eso es la individualidad de los demás. Todos siempre tratamos de respetar y entender el fenómeno maravilloso que se da cuando otra persona piensa o siente exactamente lo mismo que tu respecto a algo o respecto a si mismos. Nunca quise descubrir el fuego ni inventar la rueda, solo quería vivir aquello y tener la oportunidad de sentir que era importante, sentir que en algún lugar de este planeta había alguien que sabia que yo existía y me buscaba incesantemente entre las masas, entre los libros, las frases, los minutos y los segundos... entre la espera, entre el día y la noche incesantemente casi como buscando el infinito... y si, mas allá, mas allá de todo lo que el camino pudiera dejar, mas allá de todo lo que la piel pueda aguantar, mas allá del corazón y el alma que quiere encontrar un lugar donde finalmente descansar... una y otra vez, vuelvo, vuelvo al mismo lugar, vuelvo a empezar y a gritar y  decir que nunca me volverá a pasar... pero ahí estoy, he me aquí parado sollozando bajo la humedad, con un sueño eterno y echándole la culpa a alguna enfermedad... he me aquí parado mirando como fluye el agua contra el viento, como choca con la luz y se cruza con el humo de lo incierto... para el corazón son tiempos violentos... jamas nunca el tiempo fue un peor consejero, jamas nunca no actuar fue solo un reflejo, jamas nunca el olvido fue tan certero... esa es nuestra verdadera muerte, la de cada uno de nosotros, la de todos.