Al nacer

Cuesta tanto recuperar lo perdido... en todo orden de cosas, las agresiones y laceraciones propias de nuestro ser en muchos casos impiden el fluir natural de nuestros sentimientos. Gente loca que imagina que todo es casi como un retazo al viento, sin nombre y sin dueño, sin color, sin aroma ni sabor... sin nada... es así como quedamos, es así como terminaremos irremediablemente y por mas providencias que tomes tú o los demás al respecto, es inevitable... ese favor venidero que acentúa tu momento cumbre, que acentúa las victorias y que entierra en nuestros cuerpos el mas mínimo vestigio de derrota, somos nuestro propio libro de cuentas... mas restas que sumas, mas divisiones que multiplicaciones, borrones y cuentas nuevas... una y mil veces, mil veces y una... si una mas... no, no es otra oportunidad, no es otro momento, no es otra ocasión... solo otra vida... para poder volver a disfrutar del sabor de las primeras veces, de ese sentir esquivo e intenso, de ese mirar inocente, de ese horizonte encendido, de esa vegetación indómita... tal cual tu... tal cual el futuro... tal y como nos negamos a dejar escapar las cosas... tal como nos negamos a nosotros mismos sin saber perdonarnos