Ahí estaba, contemplando su soledad, dejando que cada trazo de viento dibujara esa suave expresión placentera que le producía el estar…a ratos se tragaba la saliva dejando correr algo de aire por sus pulmones… respiraba hondamente, haciendo un esfuerzo por que la luz no lo alcanzara … pero ya era tarde, el sonido rechinante de las tablas indicaba el fin del ocaso y bajo esa caída comenzaba a flotar todo lo que lo rodeaba, no se sentía atado absolutamente a nada, todo lo contrario, por mas que lo evito y se negó, todo se adhería a el casi por inercia… no había llanto, no había dolor, todo se iba al mismo sitio, todo iba a correr por el mismo camino, todo entraría en aquel tablero desecho por el tiempo… el resumen de su idea era no mirar atrás, logro sacarse eso ojos que traía en su espalda, logro prendar sus vigilias al nuevo horizonte… quemo el hogar de aquellas viejas tablas rechinantes… esas que le quitaban el sueño… ahora…el lo ha encontrado.
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